martes, 30 de septiembre de 2008

¿TENEMOS CAPACIDAD PARA ENTENDERNOS A NOSOTROS MISMOS, POR SI SOLOS?

La vida enseña, por lo tanto hay que vivir mucho para aprender todo lo que se pueda.
EL ALQUIMISTA


Cuando tienes un enfado, he aprendido a estar mal, y la experiencia me ha demostrado que no me gusta.
Afirmo que la sensación de alegría, es más reconfortante y gratificante.
¿Y me pregunto, siendo así de fácil, porque nos empeñamos en enfadarnos?
Es evidente, que tiene que ser una reacción física, y no mental ya que al meditar sobre la acción, lo ves desde el otro punto de vista y el enfado se va…..desaparece…… se esfuma.

EL TRUCO RADICA, EN EL TIEMPO QUE TU DECIDAS VERLO DE OTRA MANERA.

MIENTRAS MÁS TIEMPO TARDES, TARDARAS MÁS EN RECONFORTARTE Y GRATIFICARTE.

TU ERES EL QUE ELIGE

Había una vez, dos pajarillos que se querían mucho, siempre habían estado juntos, los dos estaban en el mismo nido, uno de ellos era el protector, ya que era mayor; siempre había cuidado del pajarillo más pequeño, pues tenía mucho amor hacia el.
Un día el pajarillo pequeño, decidió volar del nido por su cuenta, el pájaro mayor, se daba cuenta de que el pajarillo joven, no estaba preparado del todo para volar por el bosque solo, habían muchas cosas, malas y buenas por descubrir, el temor no era infundado pues existían en el bosque peligros insospechables para el pajarillo joven.
Este ultimo, quería volar, aprender por si solo, ya que sabía que las experiencias que adquiriese, le forjarían el futuro y crearía su propio nido, sabía que es así, pues lo había aprendido, desde que nació en su huevo, lo había visto en su nido.
Tenía capacidad, pero mucha impaciencia, no se controlaba, no se escuchaba, le hacía caso a su corazón joven, calentaba motores para realizar su viaje por el bosque.
En cambio el otro pajarillo, deseaba orientarlo, pues lo conocía desde hacia mucho tiempo y había dado algún que otro aterrizaje forzoso, por su imprudencia.
Los pajarillos no sabían hablar, solo piaban y piaban, pero sus trinos no cantaban al mismo compás, no se ponían de acuerdo, por el lenguaje y sus puntos de vista eran diferentes.
Un buen día, los pajarillos, se pararon un momento y se miraron a los ojos y cruzándose la mirada, se dieron cuenta del error, en sus ojos vieron el reflejó de sus corazones y se pusieron de acuerdo, el mismo trino sonó y sonó, cantaron volaron por el bosque, pues es el mismo para todos.


Dedicado, para todos vosotros, que queréis compartir algo conmigo.
Muchísimas gracias.

EL ALQUIMISTA

No hay comentarios: